Polvo:

Una arena para gatos que produce polvo en exceso puede ser perjudicial para la salud respiratoria tanto de usted como de su gato. Inhalar polvo puede provocar alergias y otros problemas respiratorios. Generalmente, la arena de bentonita más barata genera más polvo que otras arenas, ya que está hecha de bentonita, un material que tiende a generar polvo durante su producción. Algunas arenas de gel de sílice y de tofu de baja calidad también presentan este problema. Si las marcas solo priorizan el precio más bajo, este es el problema.

Mala aglomeración:

Si la arena no se aglomera bien, puede dificultar la limpieza de los desechos, lo que provoca malos olores persistentes y una caja de arena sucia. Existen muchas razones para este problema, pero la principal es una fórmula incorrecta y materiales de mala calidad. Una arena aglomerante con mala aglomeración puede ser un desastre.

Falta de control de olores:

La incapacidad para controlar los olores es una desventaja importante. Un arenero con mal olor puede ser desagradable tanto para ti como para tu gato. Algunos clientes prefieren arenas perfumadas para disimular los olores, pero si quieres que la arena elimine los olores por completo, necesitas elegir una con buenos materiales, especialmente si es de origen vegetal. La diferencia entre usar un producto con buenos y malos materiales es muy evidente.

Esparcimiento:

La arena que se esparce fácilmente fuera del arenero puede ensuciar tu casa. Lo mejor es elegir una arena que minimice el esparcimiento. De hecho, este problema también preocupa mucho a los fabricantes. Si buscan una arena con gran capacidad de absorción, la arena triturada o con gránulos pequeños es mucho mejor. Sin embargo, como los gránulos son muy pequeños, el gato puede sacarlos del arenero con sus patas.

No biodegradable:

Las arenas para gatos que no son biodegradables contribuyen a la acumulación de residuos en los vertederos. Las alternativas ecológicas son más sostenibles, ya que cada vez más personas se preocupan por la protección del medio ambiente.

Materiales alergénicos:

Algunas arenas para gatos pueden contener materiales que provocan alergias en gatos o humanos, como perfumes o ciertos químicos. Es importante observar a tu gato si cambias de marca de arena y comprobar si presenta alguna alergia.

Ineficacia con varios gatos:

Si tienes varios gatos, algunas arenas pueden no ser resistentes al uso intensivo, lo que conlleva cambios más frecuentes. Las arenas con materiales de mala calidad generan polvo fácilmente. Los gránulos se deshacen y dejan de funcionar.

Textura u olor desagradables:

Los gatos pueden ser exigentes con la textura y el olor de su arena. Una arena que no le guste a tu gato puede provocar que rechace el arenero. Generalmente, la mayoría de los gatos prefieren la arena con aroma natural, hecha con materiales naturales, que les proporciona una textura suave y un olor natural.

En esta imagen se aprecia que los grumos compactos juegan un papel fundamental al usarla. Facilitan la limpieza del arenero y eliminan los olores.

Para evitar las peores arenas para gatos, es esencial investigar, leer reseñas y considerar las necesidades y preferencias específicas de tu gato. Probar pequeñas cantidades de diferentes arenas para observar su reacción es una buena manera de encontrar la más adecuada. Además, considera opciones ecológicas y biodegradables para reducir tu impacto ambiental.

La arena para gatos de origen vegetal de Gelin Town Pet es muy popular en la UE, Norteamérica, el Sudeste Asiático y muchas otras regiones. Hemos mejorado los problemas mencionados para brindarle a tu gato una experiencia óptima. Si buscas un fabricante confiable, contáctanos. Contamos con una variedad de arenas para gatos de origen vegetal para que elijas la que mejor se adapte a ti.